lunes, 21 de diciembre de 2015

Una tarde muy dulce



¡Buenos días! Todo aquel que me conoce sabe que prefiero que me regalen un dulce a unos zapatos. Lo último me apasiona, como a la mayoría, pero antepongo que el sabor que me quede sea el de un buen recuerdo. De eso más o menos va el post de hoy. La pastelería a la que yo entraba de pequeña y a la que me podía pegar horas pegada a su escaparate acaba de abrir sus puertas en Madrid. Lo hacía por dos motivos. Porque sus dulces son lo mejor que he probado en años y porque su diseño era lo más bonito de todo Huesca. Es satisfactorio saber que ahora son ellos a los que les gustan las composiciones de mis fotos cuando compro algo en tan magna casa. 

Cuando vine a Madrid hace 12 años aparte de todo lo que dejas atrás también dejas costumbres. Una de ellas era ir a Ascaso los domingos por la mañana, los días festivos o alguno en los que el tándem "pastel- día señalado" se hacían uno. Esto quizás sólo lo entenderán los que sean de Huesca. Así que como desprenden mis palabras, la Pastelería Ascaso era una costumbre que pasó a ser un recuerdo. Y si os paráis a pensar en lo que significan los recuerdos, llegaréis a la conclusión de que están ligados a sentimientos muy especiales. 

Cada vez que voy a casa, que normalmente es para desconectar y alejarme del ruido, no suelo pisar mucho la calle. Pero cuando lo hago, seguro que todo aquel que me visualice lo hace con una bolsa de sus famosos lunares en la mano. El otro día cuando iba camino de su tienda en Madrid en la Calle Zurbano, 25, estaba esperando con el coche a que el semáforo se pusiera en verde y vi cruzar por el paso de cebra a una chica que llevaba la bolsa ¡No sabéis qué sensación tan extraña! Cuando llegué me estaban esperando y enseguida me dijeron ¡estás en tu casa! Puedes hacer lo que quieras... ¿Te apetece pasar a ver el obrador? Cuando abrí las puertas para "trastear" lo que nadie ve, a mí me seguían hablando pero yo ya no escuchaba. Ese olor, uno de los olores que me ha acompañado estos 30 años estaba metido en ese lugar. Tengo que decir que la gente de Madrid va a buscar el "famoso pastel Ruso" pero señores... No tengo post para contar que el Ruso está muy rico pero sus pasteles de manzana también y sus tartas y sus bombones y sus cocas y... ¿sigo? 

Ahora lo más cool por estas fechas son sus turrones artesanos. La especialidad es el "Tres Cremas", se elabora desde 1972 y combina varios tipos de mazapán con tres cremas de mantequilla (una de sabor natural, otra de moka y otra de trufa). Los mazapanes se solapan de manera natural con una ligera capa de trufa de chocolate de Valrhona. De éste en concreto se elabora una tonelada pero en total se harán unas diez dentro de todas sus variedades de "alta turronería". 125 años de historia, tiendas en Huesca, Zaragoza y Madrid, algunos puntos gourmet y venta on line. Así se resume una empresa que lleva tostando a fuego lento emociones con las mejores sensaciones. Mil besos en el corazón, mañana más.






 
 








 




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¡Feliz Lunes!

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