¡Buenos días! Cuando tenía unos años menos decían que los jueves eran los nuevos viernes y desde que estoy metida en el mundo de la moda y su ajetreo cada vez que llegan los jueves sólo pienso en los viernes. Que muchas veces el finde tampoco se para pero nos lo pasamos bien y trabajamos a partes iguales. Uno de los planes que reservo por lo menos una vez al año es el ir al Hipódromo de La Zarzuela a ver las carreras de caballos. Son los domingos de Otoño y creo en Primavera pero si queréis info de esto mirad en su Twitter o página que ellos os lo dirán perfectamente. Me encanta acudir y ver las carreras y su ambiente.
Tan lleno de familias enteras, desde los abuelos hasta niños de meses. El solecito que calienta entre carrera y carrera, los nervios de las apuestas, los niños emocionados viendo en las cuadras su favorito para luego en la grada gritar a pleno pulmón con suerte su ganador... vamos que cuando voy tengo un subidón de apostar que no os lo creéis. No entiendo para nada, siempre pido el librito para ver si la suerte está de mi parte pero después de ir unas cuantas veces tengo claro que hay que tener algo más que suerte. Señores con corbata y prismáticos parecen los más afortunados, de ahí que en cuento vea una ventanilla mi oído me lleva hasta ellos. Ni por esas... creo que me tendré que documentar porque esto engancha... pero lo que más me gusta y eso sí que estaréis de acuerdo como en todo es la copita entre carrera y carrera. Un día de sol precioso para tomar algo y pasarlo bien, sin estrés y sin rutina de por medio. Que preciosidad el Hipódromo si sois de Madrid os recomiendo su visita tiene unas vistas espectaculares. para el que no lo sea aquí lo podéis ver... Espero que os guste. Mil besos en el corazón, mañana más.
¡Feliz Jueves!
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