domingo, 13 de enero de 2013

Bienvenid@s a "Mil razones en mi vestidor"




Mi aventura con la moda comenzó en la guardería. El día que tocaba chandal era como subir al infierno, lloraba como si no hubiera un mañana y los vecinos se sabían mi planilla al dedillo. Quizás suene pijo pero entonces yo no sabía que era eso ni las consecuencias que tendría. De camino al jardín de infancia me tumbaba en la bandeja de atrás del coche, imaginaos lo pequeña que era, y seguía berreando. Mi madre desesperada en lugar de llamar a Supernanny decidió comprarme un chandal rosa de puntillas y calmar mi falta de ventilación. La monja cuándo aparecí se echó las manos a la cabeza. El día que tocaba lazo y a alguien se le ocurría decirme lo bonito que era me lo arrancaba de cuajo. Me ponía histérica la frivolidad de algunos. Y es que en este mundo ese término se tiende a confundir. 

El arte es tan subjetivo que opiniones nunca faltan y eso es lo que le pasa a la moda. Una cosa de marca puede ser fea a morir y otra que no lo sea puede ser tu prenda fetiche. Yo no me rijo por eso, es más… me parece cateto pensar que por ir de marca ya vas mona. Hay que saber vestirse como también hay que saber comprar. Me resisto a llevarme una camiseta de algodón y "rota" por 90 euros sólo porque aparezca un corazón o una estrella insignia de la casa. Cada uno tenemos ese gusto innato eligiendo lo que nos compraríamos y lo que no.

 A parte de eso está la inspiración, ya sea en revistas de moda, bloggers o la calle en general. Yo me rijo más por esto último. Me encanta mirar a la gente cómo va vestida como si fuera una de las Cool Hunters que Amancio Ortega tiene repartidas por toda España. ¿Revistas de moda? Me las compro todas y tan sólo las ojeo. Suena raro pero llevan demasiada información. Así que sólo las ojeo y selecciono. No soy de las que recorta revistas pero sí de las que les hace fotos con el iphone para darle vueltas a una posible combinación. En cuanto a las bloggers de moda…qué bajón tan grande. Hace poco me dijo una amiga que necesitaba unas cuantas de ellas para un programa. Casi me pasa lo mismo que con el chandal…se me cortó la respiración. Son demasiado estrictas, demasiado devotas de las marcas que les fichan y esto les resta personalidad. Sólo me gusta de ellas lo perfeccionistas que son y no, no es lo mismo que estrictas.  No pretendo ser una de ellas porque creo que tengo demasiado carácter. 

Aquí sólo encontraréis lo que a mi me gusta y recomendaciones propias, mis prendas preferidas, tiendas, pasarelas de todo el mundo, mis viajes, eventos privados de tiendas, las cafeterías para pasar horas con los amigos, restaurantes… un poco de todo. La moda es mi gran pasión y este rincón un pequeño escaparate con prendas que puedes coger o si no te gustan pasar de post. "Lo que no ves del Backstage" mi otro blog es parte de mi alma. "Mil razones en mi vestidor" la forma de convencerte de que la moda se lleva dentro. Con dos años no supe leer en la etiqueta Baby Dior pero sí sabía que esa prenda ¡me gustaba!

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