¡Buenos días! Como os decía el lunes he estado unos días disfrutando del relax pero eso ya me pilla más bien lejano así que sólo me queda este look para poder saborear más de cerca la desconexión. Paseos tranquilos por las afueras de la ciudad que se hacen más amenos en compañía. Un outfit en el que el abrigo es el gran protagonista. Esta temporada los pasteles vuelven a estar de moda y este que me compré entrando la primavera lo he resurgido del vestidor porque me apetecía que fuera un look más desenfadado. Es lo que tienen estos colores que aparte de pegar con su gama cromática lo pones con algo más rock y sigue quedando un efecto adecuado. Al menos eso es lo que me parece a mí. No sé si sois mucho de estos colores.
Hay gente que no los ve para nada o no encaja con su manera de vestir. Yo creo que aún llevo la niña dentro que un día fui y los tonos más suaves me siguen pareciendo entrañables tenga la edad que tenga. Creo que una cosa no está reñida con la otra. Habrá gente que lo vea algo ñoño pero a mi me parece que siempre nos tiene que quedar algo de lo que fuimos. Creo que se me entiende... Ahora con los años tenemos esa capacidad de poder hacer lo que queramos con la moda. Estoy segura que muchas adolescentes ven un abrigo algo más "tierno" y se horrorizan pero afortunadamente hemos madurado y si hoy en día la moda destaca por algo es por su versatilidad. Otra de las cosas que nunca me faltan en la maleta cuando me voy de viaje son los sombreros ¡me apasionan! Y ahora son tan calentitos... este es de Day a Day, el abrigo de Zara, los pantalones de H&M, camisa Mango, botines Uterque, gafas Prada y bolso Loewe. Mil besos en el corazón, mañana más.
¡Feliz Miércoles!
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