Mil razones en mi vestidor: Givenchy

¡Buenos días! En Madrid no para de llover. Llueve y llueve y cada vez que clarea un poco salgo disparada a que alguien me eche cuatro fotos decentes. Lo positivo, que el paisaje sale verde y sano. Lo "menos bueno" que yo salgo de mil colores de tanto correr. En algunos momentos del fin de semana he pensado que me dedicaba al running en vez de ser una blogger de moda. ¡No sabéis cómo he corrido! De un lado a otro en el momento que despejaba, aquí no que sale oscuro, aquí no que me cae la gotera del tejado. Un show. Pero para show el que monté nada más llegar al Thyssen. Como hubo toda esta serie de imprevistos que os cuento, decidí pasar la tarde a refugio en el museo que recoge ahora mismo la exposición más espectacular para los amantes de la moda, Hubert de Givenchy. Muchos ya lo habréis ido a ver y es que a mí la verdad me apetecía admirarlo más despacio que la vez que fui en calidad de prensa. Pasar las horas entre trajes maravillosos y una vida hecha a medida por un hombre que lo ha dado todo por su sueño, la moda. Como os decía llegué al Museo Thyssen sobre las cuatro de la tarde y vi allí el escenario ideal para el post de hoy.

Le pedí a la persona que me acompañaba que antes de entrar hiciera lo que pudiera porque el día era de barca y remos. Cuando levanté la cabeza había un señor echándome fotos detrás de mi fotógrafa que pensé que estaría echando fotos a los banderines de detrás indicadores de la exposición. Luego sacó el móvil otro y cuando me quise dar cuenta había un grupo de 30 chinos disparando como locos. Me quise morir. Le dije "a mi fotógrafa" que dejara de hacer fotos. No entendía nada. ¡Qué dejes de hacer fotos!- ¿Pero no las quieres para el post?- ¡No! ¡Qué pares!- ¡Pero si no llueve!- No entendía nada. A los chinos les han explicado que la flamenca de la tele deja de existir porque la empresa con la crisis se ha ido a la ruina y la han tomado conmigo. Como el toro de Osborne cuando sale a la plaza estaba de cabreada. Manía tienen los chinos de hacer fotos que luego no les da ni tiempo a ver. Aunque el español que incitó a Oriente... a ese también me gustaría verlo....Ahora ya sé que lo único que cae del cielo no es agua. Llevo camiseta y falda de Zara, gabardina y zapatos de Mango, collar de Nunu Woman, medias Janira, bolso Uterque y gafas Prada. Mil besos en el corazón, mañana más.